QUERIDO RODOLFO PÁEZ:
En horas inoportunas, me han ido llegando algunas noticias que se las traen. Y, como vuelan y caen sobre terreno abonado, voy, señores del jurado, a contestar enseguida.
Para vendarme la herida cortando con el pasado. Sabes bien que no intervine, por respeto, en tu rodaje. No quise hacerte chantaje, ni soy crítico de cine.
Cuando me llamaste vine a filmar en aquel cuarto como un actor de reparto. Pero ha llegado el momento de decirte que lamento estar harto de estar harto. Ya es hora de terminar
esta historia interminable, sin víctimas ni culpables; pongamos punto y final, y, volvamos, cada cual, como gatos escaldados a ordenar nuestro tejado; concluyendo esta liga,
si no queremos que siga lloviendo sobre mojado.
Te lo digo porque creo que urge cortar por la sano con la gira del verano y el quilombo del video. El rol del patito feo
no me va, te lo aseguro y menos el de hombre duro que a ti te cuesta tan poco antes de volvernos locos corrijamos el futuro.
He decidido que paso la página de este enredo perdiéndole miedo al miedo. La gota que colma el vaso no me la trago; hazme caso y volvamos a lo nuestro, cortemos este ambidiestro nudo Gordiano de un tajo; no soy tan tonto, carajo, ni tu tan listo, maestro.
Te lo he dicho muchas veces y no has querido escucharme,
sin pretender humillarme me has humillado con creces; a ti siempre te parece que mis quejas son por vicio, que maltrato nuestro oficio siendo tal y como soy.
Déjame sacarte hoy por última vez de quicio. Basta de mirar atrás, me voy con las emociones que traen mis nuevas canciones; ¿discusiones? ni una más.
Tu Warner no ha de lograr domesticar mi camino, ni compartirá mi vino gente que yo no decida. Quien no se planta en la vida no es dueño de su destino. Aunque sea por una vez tendrás que tomarme en serio, no me hables de Ministerios, presupuestos, BMG’s, no me vuelvas del revés
la decisión que he tomado, que, por cierto, me ha costado,
sangre, lágrimas, sudor. Conocerte fue un honor, seguir juntos un pecado.
Lo más difícil ahí queda: catorce hermosas canciones, clip, reseñas, promociones, mi voz de lija y tu seda; con que sálvese quien pueda, antes de que otras rencillas conviertan en pesadillas los sueños de la razón.
También se decir que no si me buscan las cosquillas. No filmaré más vídeos ni discutiré contigo, seguiré siendo tu amigo sin urgencias ni careos.
De corazón te deseo que lo entiendas noblemente y le expliques a tu gente que éste es un final feliz.
No puedo seguir así, con la pluma entre los dientes.
Tengo que empezar de nuevo, para escapar del abismo, a decidir por mi mismo sin contar con nadie; debo atreverme, si me atrevo, a demostrar lo que digo, sin presiones ni testigos,
con aire nuevo en las pilas, y la conciencia tranquila de éste, tu íntimo enemigo…
J/sabina